Sola en el silencio.

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Tiene que ser repetitivo leer siempre, o casi siempre, el mismo tema en mi blog. Que una tia que parece gilipollas no se resigne y mande a la mierda a quien tendría que hacerlo. Volver a leer pensamientos y situaciones que nunca acaban. ¡Qué largo se hace!

"Quiero que sepas que mi misión ahora es que te olvides de Flashdance".

Si yo lo intento. Sigo viviendo, me río, me lo paso bien... Pero no puedo evitar que venga a mi mente cuando le de la gana.

Encima nos compenetramos hasta sin vernos.

El miércoles fui a la cafetería en la que siempre nos veíamos. Mientras hablaba con una amiga escuché que sonaba el teléfono del local. Miré hacia la barra. Una de las chicas que trabaja allí tenía el teléfono en la oreja y miraba hacia donde estaba yo. Cruzamos las miradas. Yo se la mantuve, ella la desvió y se fue dentro, donde no podía verla...

¿Sabéis lo que le pregunté con la mirada? Si era Flashdance. Lo juro, cuando sonó el teléfono me dio esa sensación. Con su reacción sólo aumenté mi creencia. Y se lo dije a mi amiga, pero ella me contestó "¡¿Sabes lo que estás diciendo?!".

Bien pues por la noche, cuando llegué a casa y por fin me relajé después de ponerme el pijama, me dio una corazonada, ganas de enviarle un sms. Y lo hice. Después me tumbé en la cama con el móvil al lado porque sabía que me iba a contestar al momento. Ya digo que era una corazonada, nunca mejor dicho. Eh, y también lo hizo. Eh, y precisamente era Flashdance quien llamó a la cafetería esa tarde y preguntó si yo estaba. Eh, y me dijo que llevaba todo el día queriendo enviarme un sms pero no sabía como empezar, que menos mal que lo había hecho yo... Tengo que decir que el domingo, el último día que hablamos, cuando me dijo que al final no vendría, que no nos veríamos ese día tampoco, con ironía le contesté unas cuantas cosas... Así que se ve que tenía miedo de hablarme después de aquello. Bueno la cosa es que supe, sentí, el momento en que tenía que hacerme ver.

No sé, son chorradas, tonterías, pero se ve que aún no se ha ido aquello que fue. Se ve que tampoco puede olvidarme. Yo quiero y no puedo, no sé si también quiere y no puede.

Que cosas.

Hace un rato estaba leyendo mis propias palabras de hace un mes, todas las entradas. Quería analizarlo, y ver la evolución. Por lo menos no es tan tremendista, no estoy en un mar de lágrimas,... Me lo tomo de otra manera, la suya. Dicen que si no puedes con tu enemigo, únete a él. Pues bien, si pasa de quedar, yo también. Como no sirve de nada lo que le diga, que hace lo que la da la puta gana, pues yo también lo estoy haciendo. Sé que todo cae por su propio peso, así que es cuestión de seguir viviendo y día a día que pase lo que tenga que pasar. Como me dijo la Alcaldesa hace tiempo "Si olvidas y queda la amistad, perfecto. Si no olvidas y un día todo cambia, perfecto también. Ahora, que no piense que vas a esperar eternamente...". Ahí estamos, esperar, lo que se dice esperar, ya cansa.

Lo que sí que es verdad es que cuando paso, entonces me busca más. Esta semana ya ha sido como antes, me llamó al principio, mensajes entre medio, me ha llamado hoy así rápido (y me ha dicho que me llamará mañana o pasado... es decir, traducido, el domingo)... No sé, como digo, la Ley de Murphy, y que las cosas caen por su propio peso.

Buff, como se nota que esta historia no es como ninguna de las que he vivido, y menos mal. Nunca me había costado tanto olvidar...