Big girls don't cry

Ya lo dije, no vino.

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Que yo al llegar a casa, después de comer, me puse el pijama como si no tuviera que salir, y empecé a hacer labores estudiantiles como si nada. Si lo digo, que nos conocemos.

No sé como tomármelo. Por una parte, mi vena resignada dice que ya es algo que diga de venir y lo intente. Por otra, mi vena "me estás tocando mucho los cojones" se ríe, se ríe irónicamente y maldice. No sé con cual quedarme...

Creo que sí que le jodió lo del sábado, que pasaramos por delante de nuestras narices y no poder hacer nada. Y creo que por eso me dijo de venir. Pero si quisiera, aunque fuera un rato pequeño, hubiera venido, hubiera quedado conmigo. Emm... Como siempre, es todo contradictorio y rallante. Y encima, por si no me jodió, jode, y joderá bastante, dice cosas que no hace durante toda la historia, y parece que no se da cuenta que así no ayuda, no se da cuenta que así jode por dos.

Tengo paciencia infinita, no soy de malhumorarse con el personal y empezar a chillar. No soy de ese tipo de gente. Si no me gusta algo que me dices, con mi mirada lo notarás, te podré recriminar, pero no discutiré contigo, en algún momento me pondré un punto en la boca y callaré por no hacerlo.

Pero es que en esta situación no sé si mi paciencia llegará a su límite.

Una amiga lleva una eternidad diciendome que le de un ultimatum. O nos vemos y hablamos claro, o pasa de mí. Pero es que no sé, creo que no sé decirle eso. Escucho miles de posturas, "puede ser que", "creo que",... o los típicos "no sabe lo que quiere" y "no entiendo nada". Sé que estoy aguantando demasiado, que esto es muy largo, lo sé. ¿Pero qué puedo hacer? Me han propuesto que me plante en la puerta de su casa, pero eso queda muy psicótico ^^ Antes iba a una cafetería, y sabía que estaría allí, pero ahora no puedo hacer nada hasta que no me diga lo contrario.

Pensando en otros tiempos, cuando aquí escribía mis vivencias de las quedadas, me vienen a la cabeza conversaciones que en principio parecen sin importancia... "¿Has visto Serendipity?" me preguntó un día. "Sí, claro" le respondí sonriendo. "Yo creo en el destino" dijo sonriendo con aire soñador y mirando hacia no se sabe donde. Hey, que sí, que lo recuerdo como si fuera ayer... Y entonces aún nos veíamos cuando queríamos. Por eso la frase de "sé que algún día el destino estará de nuestra parte" empieza a rallarme, ahora que recuerdo situaciones y frases. Parece que no, pero los detalles así en esta historia siempre han sido importantes al final.

Cuanta razón tenía aquella persona que me dijo "No sabes donde te estás metiendo. Las mujeres somos muy complicadas. Podemos llegar a ser muy putas y también lo complicamos todo mucho más que los tios, le damos más vueltas. Ten cuidado". Imagina...