La paz de tus ojos

Son poco más de las nueve de la mañana, hace nada que me he levantado de la cama.

Lo primero que hago antes que nada, cuando pongo el primer pie fuera de las mantas, es para ir a encender el reproductor de música (ya sea la minicadena, el ordenador, o el que me venga en gana). Todo es con música. Y claro, hoy también. El pc se ha puesto a funcionar, clic a la carpetita baladera porque me apetecía, porque ya sabéis en la persona que he pensado al abrir (y sin abrir también) los ojos... Y esta es la primera canción que ha sonado de forma aleatoria.



No he podido esta vez,
vuelvo a no ser,
vuelvo a caer.
Qué importa nada si yo,
no sé reír,
no sé sentir...

Sé que me he vuelto a perder,
que he vuelto a desenterrar
todo aquello que pasé.
No sé ni cómo explicar que sólo puedo llorar,
que necesito la paz que se esconde en tus ojos

Hoy he dejado de hablar,
quiero callar,
disimular.
Sólo me queda esperar,
verte pasar,
reinventar.

Ante esto, poco más puedo decir. Bueno sí, que a las 11.30 tengo cita con el tatuador. No me voy a poner "Flashdance" en el pecho, ni nada de eso, tranquilos/as. Debajo de mi gemelo derecho voy a tener a partir de hoy el símbolo de mi vida.

PD: Te lo dije pero quería volverte a decir que con lo sensible que estaba me alegré un montón de hablar contigo.