Mañana será otro día.

En la revista Psychologies de este mes sale una entrevista a Belén Rueda. En la web sólo se puede leer una parte, el principio, así que os transcribo lo que dijo la actriz cuando le preguntaron sobre sus experiencias laborales y personales a lo largo de su vida: “Es curioso, porque hay un momento en la vida, alrededor de los 18 años, en el que parece que estás decidiendo todo tu futuro, tu vida para los próximos 40 años. Yo lo sentía así y me agobiaba mucho. Nos educan de esa manera. Pero hay que tener cuidado con eso, porque la vida, por unas razones o por otras, a veces te lleva por caminos que tú no habías previsto, o no habías elegido antes. Y eso puede crear una frustración. [...] Todo eso que en principio pueden parecer fracasos, porque son proyectos que empiezas y parece que nunca terminas, me han servido mucho para crecer y formarme como persona. Y procuraré evitar en mis hijas la sensación de fracaso si al final deciden ir por otro lado al previsto. La vida me ha enseñado que todas esas experiencias sirven para otra cosa que quizá no tienen nada que ver con lo primero que pensabas, y que a lo mejor es lo que te da instantes de felicidad.”

Hoy me siento como dice Belén, agobiada de la vida. Es que es exactamente como lo describe. Siento que tendría que tener unas bases y que no tengo nada, siento que la gente sabe lo que quiere, puede pensar en el futuro, y yo no. Y mira que prefiero vivir el ahora, ir a mi ritmo, pero hoy estoy tan quemada con todo que no puedo. No se si el final feliz de la respuesta, que toda experiencia sirve, es eso, final feliz, o tengo que pensar así.

Jodida me hallo. Mañana será otro día, intentaremos sonreír.