Empieza la cuenta atrás.

Lo he ido retrasando sin querer, o queriendo que más da. La cosa es que los días han ido pasando y todo sigue igual, en silencio, sin decirse.

Mis padres saben que algo pasa. No saben el qué, pero algo hay. Mi madre sobre todo. Estos últimos días han sido raros en ese sentido y yo no puedo más. No sé si es el mejor momento, o el peor desde que quiero hablar con ellos, pero no se va a alargar mucho más. "Despues de los exámenes de junio. Durante el verano se lo digo." Ja. Como pasa el verano de rápido... ya estamos a septiembre y yo la casa sin barrer, ya ves. Pero no. En una de esas conversaciones conmigo misma quedé en que se lo diría después de los exámenes de septiembre. Al principio pensé que no iba a ser capaz de esperar, pero mira, el martes tengo el último y tengo unas ganas de que todo salga por mi boca increibles.

Aunque... las consecuencias es lo malo. Pero ey, es una cosa que más tarde o más temprano van a tener que saber. ¿Qué más da entonces? Lo voy a tener que hacer ahora o dentro de cinco años, por decir algo. ¿Por qué no ahora? Ni de coña me lo callo mucho más tiempo.

Yo sé quien soy, de donde vengo y donde quiero ir. Eso es lo importante de todo esto. Si me quieres acompañar, adelante, si no, psss.

Buen fin de semana.

PD: 100 pajas mentales escritas en este, mi blog. ¡¡100 entradas ya!! Por Diosa, que cosas, ché.