Recapitulando.

En la entrada anterior Joao me comentaba que le gustaba más cuando me rallaba públicamente ^^ Hay veces en que no hace falta que te animen mucho para hacer algo.

No sé si servirá, pero voy a hacer un resumen de los últimos meses. Me apetece ordenar un poco lo que ha pasado y comentarlo (lo que puedo comentar en el blog, claro). Así que ahí va una ración de texto como los de antes.

¿Cómo empezar?... Había una vez... En un lugar de la Mancha... No... Mhmm, creo que lo mejor será remontarnos a la entrada del 18 de septiembre, que es donde hago las presentaciones. Y es que desde que conocí a Flashdance (mucho antes de septiembre, y si no os lo creéis mirad las entradas "agilipolladas") el blog se ha vuelto un monotema. Antes tenía otro monotema, el de decírselo a mis padres, pero eso ya lo he resuelto.

Si me preguntáis cuando conocí a Flashdance no os lo puedo decir. Fue sin querer. No me di cuenta de que se estaba metiendo en mi vida. Primero me fijé en "algo", quizá en su sonrisa, en esa forma de ser tan agradable que tenía trabajando,... tampoco lo sé. La cuestión es que desde entonces he pasado por muchos dolores de cabeza, por mucho dolor en general. En esta situación uno y uno nunca han sumado dos.

Las cosas siempre han sido muy imprevisibles, más que de costumbre en la vida. De repente, sin esperarlo, subidón. Y de repente, sin esperarlo, bajón. No hay término medio, es una montaña rusa. Nunca sabes que es lo que va a pasar y es ahí donde, choff, la cago yo, que soy muy de expectativas. Ahora, después de los palos, que es como se aprende en la vida, voy asimilando. En su día dije NO a las expectativas y así tiene que ser con Flashdance. Todo sobre la marcha, día a día. Es que para que os hagáis una idea, antes se derrumba un centro comercial (guiño) que nos vemos con calma, sin que pase nada. Desde cagadas con el móvil (por mi parte no vi un sms hasta que llegué a casa, en el que me decía donde me esperaba, y por la suya se le murió el móvil. Sí, se le murió cuando me tenía que llamar para encontarnos entre la gente. Todo esto en distintos días), enferma, un familiar mío tiene un accidente laboral, se le muere la batería del coche, etc... Ahora es que directamente no tiene carné. Y se supone que la semana que viene hemos quededo. Espero que no pase nada más, porque vamos, es el colmo ya. Una vez me escribió una nota que decía "¿Qué tendrá el destino y la gente en contra que nos odia?". Pues sí, es verdad. Y a mí me odia el destino y su novia. Ah, que eso no os lo he dicho claramente, que tiene novia, y otra de las veces que no quedamos fue porque su novia le montó un pollo y estuvimos como dos semanas largas sin hablarnos, ni mirarme a la cara, hasta que me contó lo que había pasado claramente.

Que conste que no soy la tercera en discordia, no soy "la amante". Yo soy yo. Más que nada porque para ser la amante la novia tendría que tener unos cuernos que no cabría por la puerta y no los tiene. No tiene tochos porque no ha pasado "nada". Yo, además de ser de expectativas, también soy de respetar. Como me dijeron "Tú nunca has provocado para que pasara nada". La que no tiene que dar explicaciones se preocupa, y Flashdance que tendría que darlas se lo pasa todo por ahí. Para que veáis que soy gilipollas.

Total, que estamos en un punto que no sé cual es. Para variar, en esta situación nunca sé nada, nunca controlo nada.

Sólo sé decir que no hay día que nos veamos y me vaya indiferente a casa. Joder, es todo tan... intenso. Antes pensaba que tenía todas las de perder, pero desde esta semana (¿he dicho ya que me trastoca?) no soy tan pesimista. Si me tengo que dar la hostia me la daré igual, que una más no me importa. Por lo menos no me arrepentiré de lo que no he hecho.

Me voy a estudiar que ya me he descargado bastante.